Ya sea en encargos industriales, pinturas de diseño o restauraciones de coches antiguos, madera y vidrio, plásticos y aluminio: quien sea capaz de crear pinturas con efectos como el cromado o de dar un nuevo brillo reflectante a las piezas cromadas tiene un gran potencial. Sin embargo, esto solo es válido si el brillo es duradero.
Un problema que surge una y otra vez en la creación de superficies similares al cromo es que era difícil garantizar una protección duradera contra el amarilleamiento, el mateo o la infiltración de la finísima capa reflectante, sobre todo cuando las superficies están expuestas a la radiación solar, a las inclemencias del tiempo y a influencias mecánicas. Por eso es aún más sorprendente que un sistema de pulverización de cromo para la metalización química por pulverización, CSM por sus siglas en inglés, presentado por la empresa Verchromen24 S.L, haya superado ahora aparentemente exhaustivas pruebas de calidad. «Inicialmente, la metalización química por pulverización se desarrolló como una alternativa económica al cromado auténtico», explica Ulrich Kuitkowski, director general de Verchromen24 S.L. «Entretanto, este proceso de lacado de efecto se ha convertido en una solución técnicamente madura gracias al desarrollo de instalaciones de recubrimiento totalmente automáticas a escala industrial».
El sistema CSM de Chromlack demuestra su resistencia al superar pruebas de cambio climático como las denominadas pruebas de Florida y Arizona, así como una prueba de niebla salina de 1000 horas sin problemas. «Entre otras cosas, mediante la adición de inhibidores de rayos UV, hemos optimizado el barniz transparente del sistema CSM de tal manera que también garantizamos la resistencia a los rayos UV», añade Kuitkowski. «De este modo, el sistema Chrome cumple la norma DIN EN 9227, decisiva para la industria automovilística».